43 Voll-Damm Festival de Jazz de Barcelona: Paolo Conte

Paolo Conte
43 Voll-Damm Festival Internacional de Jazz de Barcelona
L'Auditori
1 de diciembre de 2011

Abrir un concierto con un homenaje encubierto a Django Reinhardt es una muestra más de la gran generosidad que distingue a Paolo Conte del resto de mortales y artistas vivos. Para el concierto de clausura del 43 Voll-Damm Festival Internacional de Jazz de Barcelona, el cantante y pianista de Asti sorprendió con una formación renovada en la que cobró mucho protagonismo una sección rítmica con tres guitarras, que se convirtieron en protagonistas constantes durante todo el recital, sumando swing, ritmo y melodías a los clásicos que Conte ofreció escogidos de su inmenso repertorio.

El guión de la noche obedecía a parámetros ya conocidos de los seguidores de Conte, es decir, recital abrumador dividido en dos partes y con alguna propina en el bolsillo. La primera parte del concierto sirvió para sentar las bases de lo que sería una noche memorable. Afinadísimas interpretaciones de clásicos como Sotto le stelle del jazz y Alle prese con una verde milonga y grandes sorpresas del directo como la interpretación de Wanda.

Nadie duda ya de que la grandeza del avocatto di Asti reside en su clase, elegancia y maestría sonora, combinada con su voz rota y áspera, y su gesto huraño pero entrañable. Sólo él es capaz de recibir ovaciones, largas y sinceras, escondiéndose tras el atril del piano, y recogiendo los aplausos con un gesto característico de su mano para guardarlos en el mismo bolsillo que guarda su inseparable kazoo. La magia y la pasión se mezclan en cada minuto que Conte pasa encima del escenario. Sin duda, posee ese duende que lo hace único e imprescindible.



La segunda ronda del recital fue, para deleite del entregado público, un viaje hacia la gloria. También es un repertorio que es capaz de homenajear a los músicos que lo acompañan. Músicos con mayúsculas, multiinstrumentistas, capaces de dar color e intensidad a las composiciones y letras fuera de lo común del maestro. Así, a los obligados Via con me, Max y Diavolo rosso, esta vez se sumaron una fantástica interpretación de L'orchestrina y un bis impronunciable para quien no conozca el dialecto en que se basa titulado Sijmadicandhapajiee.

Conte llega a la mitad de su particular década de los 70 con energía y renovada pasión por la música. En su particular y grande mundo propio, es capaz de avanzar, crear y arriesgar con sus canciones de toda la vida, y con sonidos clásicos que demuestran que el jazz en mayúsculas, que es lo que él practica, está en mejor forma que nunca. El género jazz es colector de culturas y sonidos, receptor de ideas y colores, precursor de nuevas músicas y tendencias. Música viva en constante movimento, como el mar de Génova que un buen día obsesionó a un jovencísimo Conte, un mar "che si muove anche di notte e non sta fermo mai."

Así, como el mar, se muestra también el gran Voll-Damm Festival Internacional de Jazz de Barcelona, que edición tras edición va sumando enteros para convertirse en una de las citas imprescindibles para los amantes de la música. Uno de los mejores festivales del género, sin duda.

Fotografías: Michael Weintrob

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