Home » Jazz Articles » Live Review » Wayne Shorter y Magos Herrera en el Festival de Jazz de ...

979

Wayne Shorter y Magos Herrera en el Festival de Jazz de Barcelona (I)

By

Sign in to view read count
Índice
  1. Medalla de oro
  2. Wayne Shorter Quartet
  3. Magos Herrera


Medalla de oro
La 41 edición del Voll-Damm Festival Internacional de Jazz de Barcelona empezó con un invitado de primer nivel: Wayne Shorter. La sensación que vivimos fue de noche histórica. Antes del concierto, el director del festival, Tito Ramoneda, recordó la figura de Miles Davis, este año homenajeado por el festival con conciertos alrededor de Kind of Blue (Jimmy Cobb, Chano Dominguez y Omar Sosa) y de Tutu (Marcus Miller). Ramoneda también contó la famosa anécdota del concierto de 1967 en el Palau de la Música de Barcelona, cuando Davis no se presentó a la actuación de su propio quinteto y un joven Shorter tuvo que coger las riendas del cuarteto (con Herbie Hancock, Ron Carter y Tony Williams), regalando a la audiencia una noche memorable, recordada por el público (los pocos que se quedaron después del plantón de Davis) y la crítica de la época. Este enlace con la historia del festival sirvió para introducir al protagonista de la noche, que recibió, de manos de Ramoneda, la medalla de oro del festival que reconoce al saxofonista como pieza clave de la historia del jazz y de la historia del festival de Barcelona. Shorter respondió con un breve parlamento y un "muchas gracias" pronunciado en español; el agradecimiento estelar vendría en formato musical, a continuación.





Wayne Shorter Quartet (Auditori, 28 de octubre)

El concierto tuvo dos partes muy diferenciadas, un primer bloque de más de 40 minutos en que el cuarteto tocó una suite sin pausas, seguida de Sanctuary, Prometheus Unbound, She Moved Through the Fair y As Far As the Eye Can See (los títulos son simplemente referencias). Estuvo lleno de motivos cortos e intensos, ostinati y pequeños solos que iban tejiendo diversos espacios sonoros conducidos con maestría por el grupo. La banda estuvo a la altura del líder y las aportaciones de todos los componentes contribuyeron al éxito de la arriesgada propuesta. Una máquina engrasada que después de siete años de funcionamiento promete ofrecer mucha música interesante a quien esté dispuesto a dejarse llevar por una manera particular de entender el jazz. El concierto terminó con un bis breve improvisado que, a indicación de Shorter, arrancó Danilo Pérez proponiendo al resto del grupo un punto de partida con aires flamencos que desarrollaron magistralmente, siguiendo la dinámica de toda la noche.



Quizás una de las dificultades para escuchar esta propuesta es la ausencia de estructuras claras, de lugares donde agarrarse (el habitual tema-solos-tema ha desaparecido). En general, las personas tendemos a sentirnos más seguras en el ámbito de lo conocido, cuando podemos comparar o clasificar las cosas a partir de lo que conocemos. Esto puede ser una barrera a la evolución, que en el caso de Shorter claramente no se da, pero que puede dificultar la aproximación o la comprensión para parte del público, que, no por ignorancia o desconocimiento, sino por miedo a adentrarse en lo desconocido, espera del concierto lo que el artista había hecho en otras etapas de su carrera. La propuesta del Wayne Shorter Quartet no es fácil porque rompe las estructuras, no podemos utilizar los cajones en los que solemos clasificar todas las cosas. El músico de 76 años demostró, una vez más, estar en plena forma. El sonido contundente de su saxo soprano y la flexibilidad con el tenor, aportando constantemente ideas y matices al trabajo del conjunto, y provocando o dirigiendo a los músicos, recordaba en alguna ocasión incluso al James Brown de las mejores épocas.





El concierto fue impresionante, por la calidad de la banda, el riesgo de la propuesta y la intensidad del planteamiento. Tuvimos la suerte de asistir a una lección del jazz del futuro. Fiel a sus argumentos y lejos de apoltronarse en la comodidad del pasado, Shorter y sus compañeros de viaje arriesgaron defendiendo su particular manera de entender la música. Como dijo él mismo, entrevistado por la televisión catalana poco antes del concierto, "el Jazz tiene buena salud en la medida en que mantenga su razón de ser, o sea, su misión creativa y de innovación."



En definitiva, una noche que no dejó indiferente a nadie y que lleva el género decididamente hacia la creación colectiva. Los caminos que se abren son ilimitados: la libertad es apasionante, pero no fácil.




Magos Herrera (Luz de Gas, 31 de octubre)

Tras los conciertos en el Jamboree del singular cantante italiano Roberto Giglio y del director de orquesta y compositor Publio Delgado en Luz de Gas, el festival acogió en su cuarta noche a una de las voces más destacadas del jazz mexicano, Magos Herrera, que llegó a Barcelona vía Nueva York para presentar su nuevo disco, Distancia (Sunnyside). Acompañada de un trío de lujo, Herrera reivindicó un espacio propio para el jazz centroamericano. La contralto, de gran personalidad, mostró habilidad para la improvisación, dominio de la voz y naturalidad cantando en varios idiomas.





El concierto, en Luz de Gas, alternó piezas propias con versiones muy personales de canciones de César Portillo de la Luz (Tú, mi delirio), Antonio Carlos Jobim (Retrato em branco e preto), Milton Nascimento (Veracruz) e Ivan Lins (Lua soberana). Cabe destacar el trabajo del trío acompañante, que, liderado por un inmenso Aaron Goldberg, se adaptó como un guante a las necesidades de Herrera dando vida a los arreglos firmados por Tim Ries (productor del último trabajo de Herrera), Alex Kautz (bateria de la banda) y la propia protagonista. Para cerrar la noche, Herrera regaló una versión de Cuando salga la luna, de José Alfredo Jiménez, que hizo las delicias del público mexicano presente en la sala. Una propuesta de fusión, en suma, de factura detallista que propone otra visión del jazz.



Fotografías: Ricard Cugat

Comments

Tags


For the Love of Jazz
Get the Jazz Near You newsletter All About Jazz has been a pillar of jazz since 1995, championing it as an art form and, more importantly, supporting the musicians who create it. Our enduring commitment has made "AAJ" one of the most culturally important websites of its kind, read by hundreds of thousands of fans, musicians and industry figures every month.

You Can Help
To expand our coverage even further and develop new means to foster jazz discovery and connectivity we need your help. You can become a sustaining member for a modest $20 and in return, we'll immediately hide those pesky ads plus provide access to future articles for a full year. This winning combination will vastly improve your AAJ experience and allow us to vigorously build on the pioneering work we first started in 1995. So enjoy an ad-free AAJ experience and help us remain a positive beacon for jazz by making a donation today.

More

Jazz article: The Cookers at Dimitriou’s Jazz Alley
Jazz article: Julian Lage At Higher Ground

Popular

Get more of a good thing!

Our weekly newsletter highlights our top stories, our special offers, and upcoming jazz events near you.